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Las claves de la ruina económica del Barcelona

Laporta desvela que la deuda actual del club azulgrana asciende a 1.350 millones de euros y acusa a Bartomeu de querer eludir sus responsabilidades.

Laporta, en rueda de prensa.

El Barcelona está en un punto límite. «La deuda es de 1.350 millones de euros. Más o menos desglosada, son 673 millones de deuda bancaria, 389 con los jugadores, bien sea por compromisos adquiridos por signing feesloyalty fees o terminación de contratos, más los salarios diferidos, 56 por compromisos Espai Barça, 90 millones por litigios en los que se prevé que no estimarán nuestras pretensiones, los 40 millones de abonados que no los cobraremos este año y unos 69 millones de anticipo del 50% de los derechos de televisión de la Liga», explicó el presidente, Joan Laporta. «El reto es muy grande, pero no nos asusta, porque seremos capaces de revertir la situación», sentenció.

Su rueda de prensa se prolongó por poco más de dos horas. Los números y la carta abierta de su predecesor, Josep Maria Bartomeu, fueron los grandes protagonistas. En el caso del ex presidente, el actual máximo dirigente no dudó en destacar que su misiva estaba «llena de mentiras» y denunció que se trata de un intento de eludir responsabilidades que no piensa consentir. «Es la reacción de una gente que ha llevado al club a la ruina. De su carta se desprende que sabe que hay irregularidades en su gestión», apostilló Laporta. Y en cuanto a las cifras, ¿cómo se ha llegado a esta situación económica tan desesperada? De acuerdo con su intervención, pueden identificarse al menos cuatro puntos clave.

UNA POLÍTICA DEPORTIVA «NEFASTA»

Desde el punto de vista de Laporta, la gestión del área deportiva ha dejado mucho que desear. Muy especialmente, a partir de la sonada fuga e Neymar al PSG, en verano de 2017. «Bartomeu dice que los salarios deportivos se dispararon para competir con los clubes estado y con la Premier League. Y no es cierto. Sí es cierto que la política deportiva ha sido nefasta en los últimos años. Sobre todo, desde la venta de Neymar por 222 millones de euros. Se los gastaron de manera desproporcionada y a la velocidad de la luz. Eso disparó los salarios y las amortizaciones, y es donde nos encontramos ahora. La política deportiva ha sido errónea, la prueba es que deportivamente no nos ha ido bien en los últimos años. Yo creo que debería haberse creído más en La Masia y hacer inversiones más proporcionadas, con más lógica», argumentó.

UNA REDUCCIÓN SALARIAL QUE NO LO FUE

«La política de limitación salarial con la Liga también ha sido muy errática. Para la temporada 2020/21, el límite era de 237 millones, y se aprobó con una masa de 417 millones, que sin reducciones con pagos diferidos era superior a los 600. Todo eso lo vamos arrastrando y la Liga nos tiene por un club incumplidor. Ahora, nos hemos visto afectados, porque la Liga, en su primer escrito, sólo nos dejaba inscribir una plantilla con un gasto en masa salarial de 83 millones de euros», abundó un Laporta que recordó, además, que la junta anterior no logró de hecho ninguna reducción en esa masa salarial. Lo que hizo en este caso fue, como suele decirse, colgarle el muerto al siguiente. «Encontramos un contexto de fichajes y política salarial deportiva errónea, que genera además muchos perjuicios para la entidad. La pirámide estaba invertida: los veteranos tienen contratos largos y los jóvenes, contratos cortos, y eso hace muy difícil la negociación. La reducción de 68 millones no fue tal, fue diferir el pago, porque nos encontramos con diferentes tipos de primas incluidas en los contratos», agregó.

CONTRATOS FRACCIONADOS Y «FALSEDADES»

La junta de Bartomeu, según explicó Laporta, además, llegó a fraccionar varios contratos para esquivar cualquier tipo de fiscalización. «Todo formaba parte de un modus operandi de la gestión que se saltaba todos los controles internos y de la asamblea. Se fraccionaban facturas, como las de I3 Ventures, el conocido como Barçagate, o del Espai Barça, y también se fraccionaba la deuda contraída, para no pasar por la asamblea», denunció. Alrededor del Espai Barça, además, según explicó, hubo también múltiples irregularidades. «En el Espai Barça, el punto octavo de la carta de Bartomeu, encontramos otra serie de mentiras. Primero, que está basado en una serie de falsedades, hay falta de información y falta de transparencia. Más de 12.000 socios habían de pasar de primera a tercera gradería. Y tampoco se informa de que la remodelación de un estadio con una asistencia periódica de 85.000 personas es complicada y comporta riesgos y gastos inasumibles. El proyecto está infravalorado, en muchas partidas. El estadio Johan Cruyff, por ejemplo, fue presupuestado por cuatro millones de euros y costó 20», señaló.

LA «CUENTA DE LA LECHERA»

Según aseveró Laporta, la directiva anterior calculó un presupuesto para la temporada 2020-21 de 1.000 millones de euros, pero lo hizo basándose en una serie de supuestos poco menos que irrealizables. Muy especialmente, en lo relacionado con el Barça Corporate. «Habla de unas cartas de intenciones de unos inversores preparadas para ejecutar a cuenta del 49% de determinados derechos. Claro, si pasaba esto, y la Superliga, y CVC… es la cuenta de la lechera. Ya sabe mal que un presidente del Barça rompa la confidencialidad de unos contratos y comporta que el club genere falta de seriedad. Hemos analizado las cartas de intención de cada uno de los inversores propuestos por Goldman Sachs y hemos llegado a la conclusión de que ninguna era aceptable», recalcó. «Que diga que firmando con CVC se hubiera arreglado, no es cierto. Representaba hipotecar los derechos audiovisuales del Barça por medio siglo. Todo esto demuestra la visión cortoplacista que tenía la junta de Bartomeu, tapar agujeros a corto plazo aunque hipoteques el largo plazo. Así nos ha ido y por eso la herencia que tenemos es nefasta y la situación financiera, dramática», sentenció.

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