La afición del Rayo se debate entre la alegría por el regreso a Primera (y el fichaje de Falcao) y el rechazo frontal al presidente.
Sólo 583 aficionados presenciaron la goleada del Rayo ante el Granada, hace ya dos semanas. No, no estaban jugando en el Nuevo Los Cármenes. La afición rayista decidió no asistir a su propio estadio debido al malestar con el club. Las aguas en el Rayo Vallecano, como casi siempre en la última década, bajan revueltas. Sin embargo, la llegada de Radamel Falcao y esa goleada ante el equipo andaluz (4-0) han disparado el optimismo en la hinchada vallecana, que se debate entre la protesta hacia el presidente, Raúl Martín Presa, y el apoyo al equipo en ese ilusionante regreso a Primera División.
El Estadio de Vallecas alberga un total de 14.500 asientos, por lo que aplicando el aforo permitido del 60% daría un total de unas 8.700 entradas disponibles. Sin embargo, debido a las obras que se están realizando, el conjunto franjirrojo sólo pudo poner a la venta 2.000. Además, el procedimiento dificulta la adquisición de las entradas. En primer lugar, hay que ir al estadio a comprarlas, lo que impide a muchas personas poder obtenerlas. Se prima a los grupos de abonados que sean superiores a tres unidades, que adquieren las entradas el primer día que se abre el plazo de venta, y en días sucesivos les toca el turno al resto. Este es el motivo que llevó a gran parte de los seguidores a no ir al estadio.
Esto, el sistema de venta de entradas, es el último encontronazo de la masa social con el dueño del club, una relación rota hace demasiado tiempo y que lastra el rendimiento de un colectivo que, sin embargo, regresó a Primera. Buena parte de culpa del éxito la tuvo el técnico rayista, el más joven de Primera. A Andoni Iraola no le ha bastado con ascender y, sabiendo lo que implica estar en Primera, pidió reforzar el equipo con nuevas incorporaciones. Lo reclamó nada más terminar ese partido ante el Granada, a pesar de haber ganado 0-4. El técnico pidió un jugador con «hambre», y la directiva parece haber cumplido con sus deseos. Nadie, a priori, con más hambre que Falcao, obsesionado con estar en el Mundial de Qatar.
TRABAJADORES SIN CONTRATO E IMPAGADOS
El jugador colombiano, siguiendo con esta paradoja que tiene al club a medio camino entre la ilusión y el hartazgo, llega a una entidad que presenta grandes problemas económicos y administrativos. Inspección de Trabajo está investigando la situación del Rayo Vallecano Femenino después de la denuncia presentada por la AFE. Parece ser que las jugadoras, hasta el pasado mes de agosto, se encontraban sin contrato.
Además, según ha denunciado la agrupación de Peñas rayistas, empleados del club y la plantilla del Rayo Femenino no han cobrado aún este mes sus nóminas. También han denunciado impagos desde junio algunos miembros de la cantera. Pero, pese a todo, la llegada del delantero colombiano ha supuesto una inyección de ilusión. Tras su salida del Galatasaray, se ha incorporado al Rayo Vallecano como jugador libre.
La expectación es total y el club ya prepara una presentación a la altura del personaje que llega al barrio madrileño, un fichaje sin precedentes en la entidad y que pondrá los focos en el humilde equipo de Vallecas. La última vez que Falcao jugó en la Liga marcó 24 y 28 goles en dos temporadas con el Atlético. Este dato ilusiona a la afición, que medita si regresar a la grada la próxima semana, cuando el equipo recibe al Getafe. Antes, este sábado, tiene una difícil visita al campo del Levante.