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El Castellón se diluye

El equipo albinegro cae ante el líder Espanyol víctima de su endeblez defensiva

Fidalgo conduce el balón ante el espanyolista David López, ayer, en...

Si el Castellón quiere salvar la categoría tendrá que comenzar a hacer algunas cosas bien. Una de ellas, defender. Con una zaga frágil como la que ahora presenta, la misión resulta quimérica. Ayer volvió a demostrarlo ante un Espanyol, líder de la categoría y un equipo diseñado para ascender por la vía rápida, que apenas tuvo que esforzarse para finiquitar a los albinegros en la primera parte. También necesita goles porque sin chutar a puerta o si lo haces en contadas ocasiones, es casi imposible marcar. Y sin hacerlo, su futuro parece complicado.

Si el partido ya era complicado, más se puso a los seis minutos. Los albinegros apenas le habían tomado la medida al terreno de juego y ya estaban perdiendo. Un mal despeje de Satrústegui por alto le cayó al joven Nico Melamed que enganchó un disparo que superó a Álvaro Campos.

Los hombres de Cano intentaron levantarse ante un rival que se veía cómodo con la ventaja en el marcador. Antes del cuarto de hora, Arturo encontró desde la frontal la subida de Guillem Jaime y el lateral puso un centro en boca de gol que Zlatanovic no llegó a rematar por la irrupción de Pedrosa. Poco después, fue Diego López el encargado de sacar un cabezazo del delantero serbio con una mano prodigiosa.

El problema para el Castellón es que cualquier aparición del Espanyol por su área era sinónimo de peligro. Álvaro Campos salvó a su equipo con una buena intervención tras un disparo de Raúl de Tomás.

El paso de los minutos acrecentó la sensación de peligro para el Castellón, que tenía problemas para taponas las incursiones de Pedrosa por la izquierda.El trabajo en defensa se multiplicaba y el Espanyol iba rondando la meta de Campos que vio como antes de la media hora un disparo de David López se marchaba rozando la cruceta de su puerta.

Y por la banda derecha de la defensa castellonense llegó el segundo tanto local. Un balón que cazó De Tomás le permitió ingresar en el área con total tranquilidad, poner el balón que los centrales del Castellón no supieron despejar. Casi sin querer, tocó en Puado para poner el segundo gol del Espanyol.

A diferencia del primer golpe, tras el que tuvo reacción, el Castellón quedó tocado con este segundo rejón en su lomo. Le costaba pisar el área blanquiazul y Zlatanovic comenzaba a ser un náufrago en busca de cazar un balón que no vio durante buena parte de los minutos de esta primera parte.

Pese a los dos tantos en contra, el técnico del Castellón, Óscar Cano, no tocó nada para afrontar la segunda mitad. Tampoco lo hizo el Espanyol, tranquilo con su ventaja y confiado en que la dinamita que atesora en la delantera le permitiría aumentar su ventaja en cualquier momento.

De hecho, el Castellón vio como la segunda parte arrancaba con un Espanyol dominador, intentando encerrarlo en su área. Un fuera de juego de Puado salvó a los albinegros de encajar el tercero.

De una tacada, Cano buscó la reacción con un triple cambio. Rubén Díez, Ortuño y Jorge Fernández fueron los elegidos para intentar despertar al Castellón en ataque y hacerle cosquillas a la defensa del Espanyol, que salvó unos minutos en la primera parte vivía un duelo muy plácido.

Pero la misión era quimérica. El Espanyol seguía insistiendo en la búsqueda del tercero. Sólo la falta de puntería de gente como De Tomás o Embarba hizo que el marcador no se moviera.

La fe de Marc Mateu le dio algo de vida al Castellón en la recta final del partido aunque sus intentos por la izquierda no encontraban destino. Y tampoco lo encontró la misión del Castellón en un partido con el que cerró una pobre primera vuelta. Lo que le queda en la segunda es un reto mayúsculo si no quiere dar con sus huesos en el pozo.

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