Welcome

La Real Sociedad es una máquina de ganar

El conjunto donostiarra gana en Cádiz con un gol de Isak y logra encadenar seis victorias consecutivas en Liga por primera vez

Ledesma y Silva, durante el partido en el Carranza.

En una Liga en la que el Real Madrid resbala como si jugara sobre hielo y en la que el Barcelona expande su crisis a todos los sectores del club, la Real Sociedad levanta la mano y reivindica que se le tenga en cuenta como un contendiente a todo. Bueno, en realidad no lo hace, prefiere mantener el perfil bajo y dejar que las cosas fluyan, porque así no le va nada mal. Una semana más sigue líder de la Liga, una semana más añade una victoria a su casillero y esta vez lo hace con récord incluido: por primera vez en su historia, la Real suma seis victorias consecutivas en Liga.

La sexta víctima de esta asombrosa racha fue un Cádiz que lo hizo casi todo bien para sumar un punto, pero que acabó sucumbiendo al empuje de los de Imanol Alguacil, como antes habían hecho, uno tras otro, Getafe, Betis, Huesca, Celta y Granada. Isak fue en esta ocasión el responsable directo de que la Real sumara otros tres puntos para un total ya de 23 en 10 partidos. Distancia al Atlético en tres (con dos partidos menos), al Real Madrid en seis (con uno menos) y al Barcelona en doce (con dos menos). Algo sencillamente impensable antes de que comenzara la temporada.

No fue la Real arrolladora de los últimos tiempos, sino más bien al contrario. La del Carranza era una prueba de fuego para los de Alguacil, pues se enfrentaba a un la tipología de rival que más problemas le suele presentar. El Cádiz es una genuina expresión de equipo defensivo, compacto, ordenado y solidario, en definitiva muy bien entrenado por un Álvaro Cervera que, pese a la derrota, pocos reproches podrá hacer a sus futbolistas.

Lo mejor para la Real fue que no cayó en la desesperación y precipitación a la que invitan planteamientos como los del Cádiz, sino que mantuvo en todo momento la paciencia, moviendo el balón de aquí para allá a la espera de algún resquicio en la zaga cadista. David Silva, dueño y señor de la primera mitad, se encargaba de dirigir los movimientos de una Real que si no llegó al descanso con ventaja fue porque Mikel Merino tuvo uno de sus partidos más grises que se le recuerdan, especialmente en la parcela ofensiva.

Con el paso de los minutos, Januzaj fue entrando en acción. El belga es un futbolista de una clase descomunal al que sólo la falta de continuidad le aleja de ser uno de los grandes jugadores de esta Liga. Dejó varios detalles de muchísima calidad, pero se le resistió el gol. Para compensarlo, sirvió desde la línea de fondo el centro que permitió a Isak marcar el único gol del partido, en un cabezazo prácticamente desde dentro de la portería. Un tanto que iba a servir para dar continuidad a la que ya es, al menos por números, la mejor Real de la historia.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *